jueves, 20 de junio de 2013

Mi nueva adquisición

Hace casi dos meses volví a ser mamá de otra preciosa niña, Natalia.

Escribo. No sé muy bien el sentido ni el objetivo de todo esto, pero escribo.

Dos años después, mentiría si dijera que mi vida no ha cambiado (todavía más). De hecho, ha dado un giro de 180 º: Dos hijas, dos mudanzas, dos kilos, dos arrugas… No obstante, me cuido, no quiero convertirme en otra persona.
Es fácil dejarse llevar y que tu único tema de conversación sean pañales. O que renovar tu vestuario sea  la opción más lógica. O pensar que lo que antes te interesaba ya no es para ti. ¡Qué difícil es no dejarse llevar!

Es una lucha constante.
¿La disyuntiva?
SEGUIR SIENDO INTERESANTE.
Porque un camarada y confidente
siempre te ha de reconocer.
Y un pequeño descendiente
nunca te ha de aborrecer.

Mientras escribo, Daniela se ha despertado. 00:15 h. Aquí lo dejo.