Vicente Fernández viste con elegancia el traje charro,
eso ya lo lleva por delante.
Canta bonito, como dirían por allí,
con su voz ambivalente:
dulce y aterciopelada
pero
potente y desgarradora.
eso ya lo lleva por delante.
Canta bonito, como dirían por allí,
con su voz ambivalente:
dulce y aterciopelada
pero
potente y desgarradora.
Hace un par de meses en México mi tía me sorprendió cuando me dijo que, a estas alturas, Vicente había sacado su mejor canción. Y qué razón tenía la jodía.