miércoles, 14 de enero de 2009

HUMANOS ESPURIOS

Hace un par de días me ahogué en la lectura de un discurso que nunca pudo ser leído por su autor (Philip K. Dick, novelista de ciencia ficción de éxito post mortem). Él sentía fascinación por la realidad y por la naturaleza de la misma. Intentó dar repuesta a una simple pregunta: ¿Qué es la realidad? y lo más parecido que encontró fue lo que le contestó a una unversitaria canadiense cuando le pidió que definiera la realidad en una sola frase: La realidad es eso que no se esfuma cuando dejas de creer en ello. Sólo por esta frase merece la pena leerse el discurso entero.
Philip K. Dick habla sobre la creación de nuevas realidades. Realidades adulteradas para humanos espurios. Realidades diseñadas por gobiernos, grandes corporaciones y grupos religiosos; que aleccionan a la gente para que amen, asuman y vivan su sucedáneo de realidad. En definitiva, el autor condena lo que más le gusta hacer: crear universos. La diferencia, se justifica, está en que el receptor de su mensaje sabe de antemano que lo que está leyendo es ficción (aunque alguna vez pueda coincidir con acontecimientos pasados o futuros)*.


Cosas que me ha gustado leer:

"Mi primer relato trataba de un perro que imaginaba que los hombres de la basura, que venían cada viernes por la mañana, estaban robando comida valiosa que la familia cuidadosamente guardaba a salvo en un contenedor de metal. Cada día, miembros de la familia llevaban bolsas de papel con buena comida, las ponían en el contenedor de metal, cerraban la tapa firmemente - y cuando el contenedor se llenaba, esas horribles criaturas venían y robaban todo menos el contenedor. […] Pero la extrapolación del perro era en algún sentido lógica -dados los hechos a su disposición. […] Y luego comencé a pensar, tal vez cada ser humano vive en un mundo único, un mundo privado, un mundo distinto de aquellos habitados y experimentados por los otros humanos. […] Quizás no podemos decir que estamos en contacto con la realidad y él no, sino decir, en cambio, Su realidad es diferente de la nuestra y él no está en capacidad de explicárnosla, así como nosotros no podemos explicarle la nuestra. El problema, entonces, es que si los mundos subjetivos son experimentados de maneras tan diversas, esto implica un rompimiento comunicativo… y ahí radica la verdadera enfermedad."

"El filósofo griego presocrático Parménides enseñó que las únicas cosas que eran reales eran aquellas que nunca cambiaban… y el filósofo griego presocrático Heraclito enseñó que todo cambia. Si superponemos sus dos puntos de vista, obtenemos lo siguiente: Nada es real. Hay una continuación fascinante en esta linea: Parménides no podía haber existido porque envejeció, murió y desapareció, luego, de acuerdo a su filosofía, no existió. Y Heráclito debía tener razón -no lo olvidemos; y si Heráclito estaba en lo correcto, entonces Parménides sí existió, y por tanto, de acuerdo a la filosofía de Heráclito, tal vez Parménides tenía razón, pues Parménides cumplía las condiciones, el criterio, por el cual Heráclito declaraba las cosas reales."

*Advierto que Philip (miembro de la iglesia episcopal) a mitad de discurso desvaría un poco al hablar de las semejanzas y casualidades entre su libro Fluyan mis lágrimas, dijo el policía; el Hecho de los Apóstoles y su propia vida.

Nota para encontrar el discurso: google + (hermano cerdo dick) ...y voilà!!

lunes, 5 de enero de 2009

VILLANÚA

En Villanúa se conservan y usan maravillas como ésta.



A primera hora, antes de que aparezca el sol, este parque está todo helado.



A Villanúa también han llegado las inmobiliarias.