¿YAYA, ERES TÚ?

¿Qué es lo que habrá pasado por la cabeza a mi tierna abuelita? Ella siempre ha sido mi fan incondicional, la number one. Se hubiera lanzado como una loba a todo aquel que osara decir algo malo de mí.

El caso es que el sábado mi abuela reparó en un vestido que yo llevaba tan agusto.

"Uiss!! a ver, a ver. Date la vuelta... pues esto no lo puedes llevar así, que está muy flojo."

"¿El qué, yaya? ¿qué llevo ahí?"

Me empezó a tirar insistentemente del vestido por detrás y a darme irritantes palmaditas en los cachetes del culo.

"No, no, Paula. Esto no lo puedes llevar así. Tsk tsk tsk... Fíjate que mal queda."

"Pppero, peeero ...YAYA!!! si este vestido es nuevo"

"Tsk, tsk, tsk... Es que ... es que el culo... es que fíjate ese culo... mmm, no, no..."

"EH!! YAya!! Sssi-si estoy fenomenal!!!"

"...VhssFsSHhhgrfjsh ... Ahora vengo, estate quieticica.... VhhSSshgfFfh...."

Se pira del salón con esos minipasitos que sólo ella sabe dar, corticos pero muy rítmicos. Y vuelve al minuto con algo celosamente oculto en su puño. Coje mi mano y, como si fuera mi camello, me lo da.

"Mira, te voy a dar estos 20 euros pa que te compres una braga-faja. Mira, mira, yo también llevo, ¿ves?. Es sólo para recoger un poco las carnes."

DIOS!!... NO! !! no es posible que esto me esté pasando. Despierta, Paula, despierta!! No es más que una pesadilla. La yaya es tu fan nº1, siempre ha pensado que eras la mejor, que eras la más lista, la más simpática, la más trabajadora, la más guapa, ... NO!! !! !!

Me sigo guardando los 20 euros. Y no se qué hacer con ellos... si irme a una corsetería y "recogerme las carnes", como ella me recomendó. O, pasar del tema, irme al Lebrero, pedirme una tapa de jamón, una cervecita y asumir que mi abuela ya no es mi fan number one.